Cenicientos. 2ª DE LA FERIA DEL TORO 2018.
3/4 de entrada en el día de la Virgen
del Roble. Se lidiaron toros Hrs Excm
Conde de la Maza Para:
OCTAVIO CHACÓN: División de opiniones y vuelta.
ALBERTO LAMELAS: Ovación y oreja.
VENEGAS: Oreja
y silencio.
Parte médico: Venegas sufrió una cornada envainada en el brazo derecho
siendo operado tras la lidia del 3º, regresando a lidiar el 6º.
Volvían los toros de Conde de la Maza
a Cenicientos tras 15 años de ausencia con una corrida que había levantado gran
expectación por su espectacular lámina, cuyo juego resultaría una decepción.
Ante ella el torero revelación de San Isidro y querido en el valle como es
Octavio Chacón, el tercer paseíllo en nuestra plaza con merecimiento de Venegas
y el debut de un torero idolatrado en Francia como es Alberto Lamelas.
Chacón pechó con el lote más cargado.
El primer lugar se las vio con un toro veleto de mirada agresiva con el que su
picador Juan Melgar dio un mitin a caballo pegando con saña al astado en las
dos entradas a las que acudió con escaso celo. Incluso intento clavar con la
vara partida, acto de muy poca torería. Me consta que Chacón acabó muy enfadado
con su cuadrilla e incluso se encaró con alguno de sus miembros. En la muleta
quedo parado y acabó echándose más por falta de casta que por posible
desangrado. El público se enfado y tomo partido por el toro. Tuvo que matarlo
al hilo de las tablas recentado un pinchazo suficiente para apuntillar al
moribundo. División de opiniones y palmas incomprensibles para el toro.
El cuarto fue un torazo, alto y con
dos puñales como no han visto en toda la feria de Pamplona. Intentó lucirse con
el capote para desquitarse del trago anterior y solo llevo al caballo al toro
en una ocasión para que los del “no picar” estuvieran contentos. El toro tenía medio pase y Chacón estuvo muy
digno enseñando el toro por ambos pitones. Tras una estocada contraria de buena
ejecución el presidente le negó una merecida oreja. Bronca al palco.
Lamelas se presentaba en Cenicientos
y dejó una gratísima impresión. El segundo fue un tren con dos pitones que
recordaron a lo de Gamero cívico que tuvo el Conde y no eliminó al introducir
el ganado de Núñez. El toro se pensó cada arrancada ya desde salida por lo que
el espada tuvo que tragar paquete en cada pase. Lamelas puso el corazón para
evitar los derrotes que recordaron a los toros de Miura y terminó con unas manoletinas
de infarto. La espada con dos pinchazos y un bajonazo se llevó una más que
merecida oreja.
El quinto fue un bonito colorado que
resultó un manso con poder. Tomó una
vara apretando hacia querencia marcando lo que fue su lidia. Lamelas volvió a
jugársela pisando los terrenos del manso huidizo, que embestía con fuerza a una
muleta firme que acabó ganando la partida. La estocada delantera de efecto
fulminante le puso en sus manos un orejón de ley.
Venegas recibió al bonito tercero con
verónicas templadas y de bella factura. Puso muy bien al toro en suerte tomando
una vara en la que se deja pegar. El toro salió perdiendo algo las manos y ante
las posibles críticas de los que no quieren sangre se cambio el tercio. En
banderillas volvió a brillar con los palos David Adalid siendo obligado a
saludar. El toro se movió en la muleta de Venegas que receto los muletazos más
templados de toda la tarde y buenos pases de pecho. El toro fue diluyendo su
casta y defendiéndose con la cara alta propinándole una cornada en el antebrazo
en el final de una serie. Una estocada de buena ejecución y exposición le
sirvió para conseguir su tercera oreja en tres tardes en nuestra plaza.
El sexto fue un tostado chorreado de
preciosa capa pero de más fea cornamenta. Venegas salió de la enfermería para
hacerse cargo de su toro y puso al toro al caballo en dos ocasiones, derribando
por derecho en la primera y pegando en exceso en la segunda tras el miedo del
derribo. El toro quedo parado y el trasteo no tuvo nada de eco en los tendidos.
Un pinchazo y una buena estocada acabaron con la última pintura del Conde.
LOS TOROS:
El primero, “Cocina” nº 60. Negro mulato, marzo de 2014. Ovación de salida a
sus dos perchas. Toma dos varas fuertes sin celo. Queda parado y descastado para
terminar echándose en la faena de muleta. Valoración: descastado. Palmas
incomprensibles en el arrastre.
El segundo, “Limpisodero” nº 36. Negro, noviembre de 2013. Un tren que recibe palmas de salida. Toma dos varas defendiéndose y saliendo
suelto. Siempre a la defensiva con el depósito de casta vacío. Valoración:
Manso descastado a la defensiva. Silencio en el arrastre.
El tercero, “Costurito” nº 56. Castaño. Enero de 2014. Más fino en tipo Núñez pero serio de
cara. Toma una vara en la que se deja pegar. Mete la cara en los inicios para poco a poco
ir defendiéndose con la cara alta. Valoración: Manso encastado. Silencio en el
arrastre.
El cuarto, “Melonero”
nº 24. Negro mulato chorreado. Enero de 2014. Un tío ovacionado de salida.
Toma una vara en la que cumple para después pensarse cada arrancada en la
franela. Valoración: Manso descastado a la defensiva. Silencio en el arrastre.
El quinto, “Melonoso”
nº 50. Colorado, noviembre de 2013. Bonito de cara y de hechuras. Toma una
vara tapándole la salida apretando hacia su querencia. Manso huidizo con
emoción y poder en sus arrancadas que se desplaza mejor que el resto de sus
hermanos en las telas. Valoración: Manso huidizo con poder. Silencio en el arrastre.
El sexto, “Garduño” nº 58. Tostado
Chorreado, noviembre de 2013. Una
pintura de capa tostado chorreado pero más feo de cuerna por acodado. Toma dos
varas, la primera derribando a ley y la segunda metiendo riñones. Valoración: Bravo
en el caballo pero noble y sin humillar en el tercio final. Silencio en el
arrastre.
Así terminó la feria del Toro de
Cenicientos en la que se marcharon tres valientes caminando con la cabeza bien
alta después de haber matado posiblemente la corrida más seria de la temporada
española y francesa. La corrida del Conde de la Maza fue un canto a la belleza y la integridad pero mansa, descastada
y de casi nula humillación en las telas. Alberto Lamelas para mí debería ser el
triunfador porque puso el alma en la plaza y le debería servir para entrar en Madrid en Otoño. Venegas volvió a puntuar poniendo arrestos
y veo incomprensible que no esté anunciado en más carteles sobre todo de
Francia. Chacón con más contratos no arriesgó como sus compañeros pero sería
injusto criticarle porque su lote fue el peor de una mala corrida.
Desde aquí quiero dar la enhorabuena
al Ayuntamiento de Cenicientos, sobre todo a Natalia e Iván que apostaron por
hacer esta feria con integridad en todos los sentidos y de la que me siento
orgulloso de colaborar desinteresadamente solo por afición. Los carteles han
sido un acierto y se ha demostrado en
las buenas entradas en las que hay que dar las gracias a los aficionados que
nos visitan de fuera. Los toreros con sus más y sus menos han dado la cara. Los
toros no han embestido salvo Bienpeinado (que no es poco) como nos gustaría
pero eso no depende de la organización. Como puntos negativos podemos destacar
los malos tercios de varas y algún caballo vergonzoso por gigante. El público
protestó por picar ya que está acostumbrado a la masacre y si no lo remedian
los profesionales, el tercio de varas será un trámite en España. Todo no puede
ser positivo por lo que creo que trabajar en mejorar el tercio de varas deberá
ser una prioridad en los próximos años para seguir atrayendo al aficionado. Habrá
cosas que se me olviden y de las que estaré encantado que los buenos
aficionados me las recuerden.
Hasta el
año que viene.
¡VIVA LA
VIRGEN DEL ROBLE! ¡VIVA CENICIENTOS! Y ¡VIVA LA FERIA DEL TORO!
Fotos: Philippe Gil Mir y Carlevaris.
Crónica: Javier Lizana
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