El Toro de Cenicientos: GANADERIA DE “EMILIO ARTALEJO” LUCHA EN TIEMPOS DIFICILES

miércoles, 17 de junio de 2020

GANADERIA DE “EMILIO ARTALEJO” LUCHA EN TIEMPOS DIFICILES

(Javier Salamanca)

AZULEJO DEL HIERRO

Visite esta ganadería unos días antes de que el estado de alarma y el dichoso virus se apoderara de nuestra vida cotidiana, es sabido que la crisis económica que asola a todo el país se ceba más con unos sectores que con otros, en el campo bravo el quebranto económico es muy acusado y a día de hoy de ayudas no se sabe nada y la mayoría de ganaderías pasaran el año en blanco a la hora de lidiar y como consecuencia su facturación será cero patatero, muchos han reducido efectivos de manera casi obligatoria.

BELLEZA DE VACA

Ganaderías modestas como las que nos ocupa, sufrirán, aunque todo depende de la diversidad de actividades que tengan en la explotación ganadera. En 1985 una familia de origen madrileño, más en concreto de Parla inicia su andadura como ganaderos de bravo, eran otros tiempos menos difíciles, Emilio Artalejo Sacristán compra en principio reses de origen Torrestrella, vía el maestro rejoneador Manuel Vidrié, con el que mantenía buena relación, pasados unos años se van reduciendo estas reses y se van sustituyendo por otras de origen Domecq, con el hierro de El Ventorrillo y esta es la procedencia actual mayoritaria. Divisa modesta que no está como otras muchas en los circuitos habituales de las ferias, no por ello sus reses son más o menos bravas que otras. Ignoro que habrá sido de las reses que vi en la preciosa finca que está al lado de la carretera de Extremadura, ya en la provincia de Cáceres, ojalá pueda dar salida a algunas de ellas una vez que pase esta pandemia que nos acecha.

BONITA FINCA

Actualmente la ganadería está gestionada por un nieto del fundador, de nombre Vitorio, joven y con gran afición, decir que esta divisa lidia en la plaza de Las Ventas, en un festejo menor que se anunció en el año 1995, con buen resultado y que al igual que a todos los ganaderos de bravo no queda otra que desearlos suerte, paciencia y que tras la tormenta ojalá venga la calma.