viernes, 12 de agosto de 2016

CENICIENTOS EN FIESTAS


APROVECHO ESTA ENTRADA PARA DESEAR A TODOS LOS VECINOS Y VISITANTES UNAS FELICES FIESTAS. 
¡VIVA LA VIRGEN DEL ROBLE! 
¡VIVA CENICIENTOS! Y 
¡VIVA LA FERIA DEL TORO!

JL

17 comentarios:

  1. EL TORO SALIENDO AL RUEDO EN LA PLAZA DE CENICIENTOS

    En tarde sin viento hay lleno en el coso
    en la nueva plaza recién construida,
    y el timbal y el clarín dan la salida
    a un toro cinqueño, astas de coloso.

    Figura imponente emerge del foso
    fiero resuella y la testuz erguida,
    produce asombro la estampa surgida
    belleza fiera del tótem fogoso.

    Un rayo de sol nimba su cabeza
    la impregna de luz riesgo y fortaleza
    de una fiesta única ancestral y mítica.

    La historia mágica armazón de España:
    que sus campos viste, hermosea y baña,
    del toro ausente de torpe política.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  2. LA PLAZA DE TOROS DE LA CORREDERA
    "Debuté en Almorox y al día siguiente toreé en Cenicientos".
    Domingo Ortega

    Maderas, pilares, clavos, martillos,
    ensamblaban a sólidos tablones,
    trasuntos de pasión de unas pasiones
    con la entrada a la plaza en los bolsillos.

    Por allí rotación de coruchillos
    con la importunidad de moscardones,
    mimetizados con los corazones
    de unos innominados torerillos.

    La plaza iba tomando un sesgo en forma,
    que al ruedo le embutía torera horma,
    la Corredera acuífero sudoso

    de corucha afición en los tendidos,
    viendo a diversos espadas imbuidos
    del toreo de Ortega en aquel coso.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  3. LA LITURGIA DEL TRAJE DE LUCES

    Bajadas las persianas
    resalta la montera
    sin luz en las ventanas
    y el toro ya a la espera.

    Entra el mozo de espadas
    y al diestro le despierta
    tardes acaloradas
    de afición a la puerta.

    El diestro se levanta
    despereza y se afeita
    y algún temor espanta
    si en triunfo se deleita.

    El mozo en mano tiene
    la estrecha taleguilla
    y una silla sostiene
    flamante chaquetilla.

    Liturgia de la gloria
    al embutir el traje
    que tal vez haga historia
    oculta en su ropaje.

    Las medias son de seda
    y a tono va el fajín
    y al conjunto le queda
    al cuello el corbatín.

    Camisa con chorreras
    luz en los alamares
    brillantes las hombreras
    que alejan los pesares.

    Negras las zapatillas
    topacio los tirantes
    huyen las pesadillas
    de toreros triunfantes.

    Colgantes van los machos
    que dicen del valor
    y son yelmo y penachos
    en campos del honor.

    La coletilla puesta
    probada la montera
    ya tiene la respuesta
    y toda duda fuera.

    Ante el altar se inclina
    que tiene improvisado
    la intervención divina
    nunca la ha desechado.

    Con capotillo en mano
    con el que hará el paseo
    el torero va ufano
    al coso del deseo.

    Los trajes de la terna
    del arte y de la muerte
    viven la pugna eterna
    del Dios reparta suerte.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  4. PLAZA DE LA CORREDERA

    Plaza de la corredera,
    bajo tablas la banqueta,
    y allí la afición muy quieta
    atisbaba tras madera.
    Pilares eran frontera
    y de la plaza era aforo
    de aficionados a coro,
    que se echaban para atrás,
    todos al mismo compás,
    al embestirlas el toro.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  5. LAS PEÑAS CORUCHAS EN LOS TOROS DE CENICIENTOS

    Se sientan en su escaño, comienza la corrida,
    con atuendos azules los miembros de "La Jaca"
    y en rostros juveniles ojeras de resaca
    que resaltan el rojo de "La Fuerte Movida".

    El sol marcha al ocaso, crisol de ascua encendida,
    en los tendidos tremólos suenan de alharaca
    y en su funda impaciente el acero de la faca
    del espada en el ruedo entre la muerte y la vida.

    Transcurre la corrida con sucesión de lances,
    las peñas acompasan y aclaman las faenas,
    la lámina del toro, su estampa y su braveza.

    Olés al magisterio y el grito ante percances
    son germen de los coruchos en cosos y arenas
    que en defensa hacen gala del toro en su pureza.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  6. COLARSE EN LOS TOROS DE LA CORREDERA

    Gran afición por los toros,
    y admiración por toreros,
    abridnos los coladeros
    a coruchillos sin lloros.
    Y sin cobres, platas ni oros
    para pagar una entrada,
    en la tarde afarolada
    de la plaza de madera
    crisol de la corredera,
    siempre una mano prestada.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  7. EL FUNDI EN CENICIENTOS

    Han dado suelta al burel
    y los coruchos se sientan,
    y entusiasmados se aprestan
    a verle en el redondel.
    Arenas de una Babel
    repleta de aficionados
    ven correr a los astados
    y ven lidiar a un torero
    en el centro de su albero
    que es el Fundi Pedro Prados.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  8. EL FUNDI EN CENICIENTOS

    Han dado suelta al burel
    y los coruchos se sientan,
    y entusiasmados se aprestan
    a verle en el redondel.
    Arenas de una Babel
    repleta de aficionados
    ven correr a los astados
    y ven lidiar a un torero
    en el centro de su albero
    que es el Fundi Pedro Prados.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  9. A LA MUERTE DE VÍCTOR BARRIO

    Viendo estaba la corrida
    pegado al televisor,
    ráfaga de aire invasor
    trajo a la muerte homicida.
    Sangre manó de la herida
    del valeroso torero
    de rojo tiñó el albero
    y el alma de Víctor Barrio
    ya se halla en el escenario
    del ruedo del Dios Ibero.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  10. GLORIA Y HONOR PARA LOS HÉROES DEL RUEDO

    La masa del anónimo cobarde,
    injuriando vil a un torero muerto
    mirad al hombre caído, y cubierto,
    por la roja franela y le resguarde.

    De aquello que ignoráis, befa y alarde
    hacéis cayendo en yerro y desacierto
    formáis y conformáis, triste concierto,
    fuera del coso al filo de la tarde.

    Sabed, que es tradición y es patrimonio
    y un legado ancestral, épica hazaña,
    formando indisoluble matrimonio

    de un maridaje que jamás se empaña,
    y el diestro es oficiante y testimonio
    del mítico arte del toro de España.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  11. PEÑAS Y TOROS EN CENICIENTOS

    Las peñas uniformadas
    alegrando los tendidos,
    ocupando están las gradas
    con variopintos vestidos.

    Tocando están sus charangas
    y en el aire sus compases,
    lo entonan entre bullangas
    hoy no torean los ases.

    Por ser corrida de toros
    hay división de opiniones,
    y con sus cantos sonoros
    se aturden los gorriones.

    Sin embargo, qué gran fuerza
    le están prestando a la fiesta,
    que se anima y se refuerza
    en estos tiempos de siesta!

    Solo una vez en la vida
    la juventud acompaña,
    y una vez que está abatida
    cuesta abajo nos engaña.

    Por eso me alegra tanto
    ver las peñas a mi paso,
    en los toros es encanto
    y anima en el ocaso.

    Como en mis tertulias saben
    que yo soy de Cenicientos,
    no hay lugar donde no alaben
    toros vinos y momentos.

    Y cuantos miembros integran,
    saltarines o a pie quieto
    las peñas que nos alegran
    se merecen un respeto.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho




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  12. ALELUYAS TAURINAS DE LOS CORUCHOS

    Entrada de los toros
    llevo en la mano,
    ¡qué alegría tan grande,
    torito bravo!
    ¡Aleluya!

    Colmada está la plaza
    de espectadores,
    en el sol y la sombra,
    Virgen del Roble.
    ¡Aleluya!

    Torito, te persiguen
    en otros lares,
    y aquí culto te damos,
    coruchos graves.
    ¡Aleluya!

    Bota de vino al hombro
    la llevo llena,
    de una viña que tengo
    por la Chorrera.
    ¡Aleluya!

    Olés y pasodobles,
    bellas faenas,
    y aplausos del tendido
    que el viento lleva.
    ¡Aleluya!

    Las mulillas arrastran
    la res postrera,
    y en casa nos aguarda
    merienda y cena.
    ¡Aleluya!

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  13. COLARSE EN LOS TOROS DE LA CORREDERA

    Gran afición por los toros,
    y admiración por toreros,
    abridnos los coladeros
    a coruchillos sin lloros.
    y sin cobres platas ni oros
    para pagar una entrada,
    en la tarde afarolada
    de la plaza de madera
    crisol de la Corredera
    siempre una mano prestada.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  14. LOS HIJOS DE MORENITO EN LA CORREDERA

    Dos eran los hijos de Morenito,
    José Luis, mayor, precede a Gabriel
    pálido Gabriel, José oscura piel
    y en Cenicientos marcaron un hito.

    Vibrante un clarín vuela al infinito
    se entreabre el portón que, angosto es él,
    y asoma un eral del umbral aquel,
    encastado y bravo y comienza el rito.

    Se abren las capas sobre el pardo suelo,
    en la dura tierra huérfana de albero,
    la voz que aconseja es la de un torero

    Morenito padre atrapada al vuelo
    de una fina loza hecha en Talavera,
    que durante años, vio la Corredera.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  15. AURELIO CALATAYUD EN CENICIENTOS CON LA GARROCHA

    Principios de los sesenta:
    os refresco la memoria
    en Corredera de gloria
    sorteaba a la osamenta.
    Al toro y su cornamenta
    le abría sendero y trocha
    a res apretada y brocha,
    y la citaba de largo
    salvándonos del letargo,
    Aurelio con su garrocha.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  16. LOS MULILLEROS EN LA CORREDERA

    Las mulas enjaezadas
    con bandas y banderines
    y vistosos collarines,
    ¡helas aquí preparadas!
    Mulas de trillas y aradas
    traían los mulilleros,
    herradas por los aceros
    de los herrajes coruchos,
    que arrastraban los moruchos
    toros, muertos por toreros.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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